Meditaciones para los misterios Luminosos - dictadas por Jesús  el 2 de noviembre del 2002

Misterios Luminosos  (Jueves)

+ El Bautismo de Jesús
Cuando iba a empezar Mi ministerio público, recibí un bautismo en el Río Jordán.  El Cielo se abrió, y el Espíritu Santo descendió sobre Mí.  Hoy el Cielo se está abriendo nuevamente.  Esta vez, el Fuego del Amor Divino se está vertiendo sobre la tierra, buscando sumergir a cada corazón en un Pentecostés de Amor.  Cada uno debería de hacer su misión personal el difundir esta Llama.

+ Las Bodas de Caná
Mi Madre no guarda petición alguna en Su Corazón que Ella no vuelva hacia Mí y la ponga en Mi Sagrado Corazón.  En todas las cosas, María es la Perfecta Intercesora y Abogada.  Cuando el alma se vuelve a Ella con una necesidad, Ella le agrega su propia oración, y me la entrega a Mí.  Vean esta señal que realicé en la fiesta de las bodas como un signo de que Nuestros Corazones están, en verdad, unidos.

+ La Proclamación del Reino
Mi misericordia y Mi amor son uno.  Ambos son divinos, perfectos y eternos.  Nunca fallan.  El alma que confía en Mi amor y misericordia es aquella a la que puedo perdonar.  El reino comienza en cada corazón que empieza a creer en Mi amor y misericordia.  Es así como una conversión de corazón tiene lugar.  Ésta es Mi victoria.

+ La Transfiguración
El gozo del milagro de la Transfiguración tuvo lugar para anclar a los apóstoles en la fe.  En los sitios de apariciones auténticas de Mi Madre –tal  como el de Holy Love– los milagros abundan para apoyar el Mensaje que se da.  Los que son suficientemente osados para dudar de una aparición corporal, deben maravillarse, entonces, ante la narración de la Transfiguración en donde Moisés y Elías aparecieron a cada lado Mío.  ¡Tengan fe!

+ La Institución de la Eucaristía
Yo di Mi Cuerpo y Sangre en la primera Eucaristía, y los doy continuamente hoy en cada Misa alrededor del mundo. Este sacramento es la fuerza para el viaje a través de los Aposentos de Nuestros Corazones Unidos. Con demasiada frecuencia Mi amor y misericordia permanecen desatendidos. Soy ignorado y descuidado en las Iglesias. Soy blasfemado por aquellos que me reciben sin merecerlo. Soy recibido tibiamente por la mayoría, incluso por algunos sacerdotes.  Recen este misterio en reparación a Mi Corazón Eucarístico.