Sexto Aposento de los Corazones Unidos

Sexto Aposento: Inmersión en la Divina Voluntad

 

Jesús, 1° de Abril del 2003
"He venido para explicarte el Sexto Aposento. Es el Corazón del Padre Eterno. Abraza  todos los demás Aposentos de Nuestros Corazones Unidos. En este Aposento está la promesa de Dios: una nueva alianza de amor. Las almas que pasan a este Sexto Aposento han alcanzado el Cielo más alto. En esta vida, este Aposento está reservado para aquellos que ya han alcanzado la santificación. En la vida eterna, los santos y mártires de amor que alcanzaron el Quinto Aposento avanzan al Cielo más alto."
 
"Puesto que el Corazón de Mi Padre abraza todos los Aposentos de Nuestros Corazones Unidos, date cuenta de que Él llama a cada alma a estar inmersa en este Cielo más alto. Pues, para el que tiene fe, todo es  posible.”
 
Jesús, 2 de Abril del 2003
“He venido para ayudarte a entender este Sexto Aposento de Nuestros Corazones Unidos. Cuando tratas de comprender por ti misma lo que Yo te digo, estás en problemas. Yo soy tu Jesús, nacido Encarnado."
 
"El Sexto Aposento -la Voluntad de Mi Padre- envuelve todos los demás Aposentos, y sin embargo, para alcanzarlo, debes pasar a través de todos los demás Aposentos, pues el Sexto Aposento es el Cielo más alto. Entonces, ¿cómo puedes pasar a través de él sin ser contenido en él? Para entrar al Primer Aposento, que es el Amor Santo, el alma debe, hasta cierto grado, pasar a la Voluntad de Mi Padre, pues el Amor Santo es la Divina Voluntad, como lo es cada Aposento."
 
"Al principio, la Voluntad de Mi Padre actúa como un cedazo, filtrando la iniquidad y la voluntad propia, y ayudando al alma a aferrarse a la Voluntad de Dios. En cada Aposento sucesivo, más de la voluntad propia del alma pasa por el ‘cedazo’, y más de la Divina Voluntad llena el alma. Las almas que realmente alcanzan el Sexto Aposento, el Cielo más alto, ya sea en esta vida o en la siguiente, son consumidas con la Divina Voluntad y ya no existen solas, existen solamente en Dios."
 
"Me pides que explique el concepto de el Cielo más alto. No puedo explicarlo en términos humanos. No es un concepto ni un lugar. Es más bien una experiencia. Algunos pueden acercarse a esta experiencia, pero la mayoría nunca lo alcanza.”
 
Santa Margarita María Alacoque, 2 de Abril del 2003
“He venido para explicar el Sexto Aposento tan fácil como pueda."
 
"El Sexto Aposento es el abrazo del Corazón de Dios, el cual es la Divina Voluntad. El alma siente que el abrazo del Corazón del Padre se incrementa a medida que su alma es atraída más profundamente a los Aposentos de los Corazones Unidos. Siendo esto así, por favor entiende que mientras el alma es atraída al Primer Aposento, ella siente que comienza el abrazo del Padre. Cada Aposento subsiguiente permite que el alma sienta que se incrementa el abrazo del Padre. El Padre Eterno trata de atraer a cada alma al Cielo más alto.”
 
Santo Tomás de Aquino, 2 de Abril del 2003
"Entiende que la Divina Voluntad de Dios obra incluso fuera del Primer Aposento.  Pues es Su Voluntad lo que atrae al alma a la purificación, el Aposento del Amor Santo.  Por otra parte, la Divina Voluntad nunca cambia, siempre está atrayendo al alma al Sexto Aposento, que es el Cielo más alto.  Es la respuesta del alma a la Divina Voluntad de Dios lo que cambia de un Aposento al siguiente, siempre profundizando y perfeccionando hasta que está conformada, y entonces, esperemos, unida a la Voluntad de Dios.”
 
Santo Tomás de Aquino, 3 de Abril del 2003
“He venido para ayudarte a entender más plenamente esta reciente revelación.  El Corazón del Padre es uno con Su Divina Voluntad.  La Divina Voluntad es una con el Sagrado Corazón de Jesús y el Inmaculado Corazón de María.  Por lo tanto, el Corazón del Padre Eterno abraza todos los cinco Aposentos de los Corazones Unidos.  Además, debes comprender que el Amor Santo y Divino, al igual que la Divina Misericordia, son la Voluntad del Padre."
 
"Pero la Voluntad de Dios se extiende a las almas fuera del Primer Aposento, el Inmaculado Corazón de María.  Jesús dijo en la Escritura:  'Nadie puede venir a Mí si el Padre que me ha enviado no lo atrae'.”
 
"Para que comprendas mejor, el Espíritu Santo es también uno con el Corazón de Dios y Su Divina Voluntad.  Por lo tanto, el Espíritu Santo envuelve cada Aposento de los Corazones Unidos.  Él da Sus dones de acuerdo a la Voluntad de Dios."
 
"El Sexto Aposento, entonces, es alcanzable en su totalidad para unos cuantos en la tierra, porque es inmersión y no sólo unión con la Voluntad de Dios.  Sin embargo, debido a que la Voluntad de Dios nutre a todos los demás Aposentos e incluso atrae al alma hacia el Primer Aposento, podemos decir que la esencia del Sexto Aposento –la Divina Voluntad– siempre está presente.  La meta del Padre es atraer a todas las almas al Cielo más alto."
 
Jesús, 4 de Abril del 2003
Vi un rayo del uz y había ángeles junto al rayo.  Jesús salió de la luz.  Dijo:  “Yo soy tu Jesús, nacido Encarnado.  Esta luz es el Corazón de Mi Padre en el Cielo, Su Divina Voluntad.  Desciende a la tierra desde el Cielo más alto y brilla en cada Aposento de Nuestros Corazones Unidos.”
 
“Sólo por esta luz es que los Corazones Unidos y los Aposentos dentro de ellos existen.  En su origen –en el Corazón del Padre Eterno– se encuentra el Sexto Aposento.  El poder de este Aposento se difunde a través de todos los demás Aposentos.  Después llega más allá al mundo, atrayendo a los pecadores al Amor Santo, el Inmaculado Corazón de Mi Madre.”
 
“La luz del Sexto Aposento traerá armonía entre la libre voluntad del hombre y la Divina en el próximo Triunfo de Nuestros Corazones Unidos.”
 
Santo Tomás de Aquino, 25 de Septiembre del 2004
“Cada Aposento de los Corazones Unidos está revestido de la Divina Voluntad del Padre Eterno.  Mientras más profundamente esté el alma inmersa en los Aposentos de estos Corazones, más consciente está de la Voluntad del Padre para ella.  Cuando el alma alcanza el Quinto Aposento –la Unión con la Divina Voluntad– se convierte en la Divina Voluntad.  Esta unión hace que el alma sea una con la Voluntad del Padre.  Pasar al Corazón de Dios Padre –el Sexto Aposento– es la entronización del Corazón del Padre dentro del corazón humano.”
 
“Mientras más profundamente viaje el alma dentro de los Aposentos de los Corazones Unidos, será más difícil que retroceda debido al pecado o a las fallas humanas.  Las almas que alcanzan el Sexto Aposento raramente salen de él.  Sin embargo, son pocos los que llegan al Sexto Aposento.”
 
Santo Tomás de Aquino, 28 de Enero del 2005
“Exploremos el Sexto Aposento, el Corazón de Dios.  En este Aposento, el Corazón de Dios cobra vida en el alma.  Entonces, el alma se convierte en un sagrario vivo de la Divina Voluntad.  Un alma como ésta siempre está en paz porque ha superado la tentación del orgullo que termina en la impaciencia, la codicia, el enojo y todo tipo de libertinaje producto del orgullo.”
 
“Un alma como ésta mora en el Corazón de Dios en cada momento y en cada respiro.  Vive para agradar sólo a Dios y para complacer a los demás, pues ellos son agradables a Dios.”
 
“Esfuércense por alcanzar esto, es posible lograrlo.”
 
Santo Tomás de Aquino, 13 de Abril del 2005
“…la eternidad de cada alma se experimenta de una forma individual.  Así es como el Cielo más alto es experimentado por las almas en el Cuarto, Quinto y Sexto Aposento.  El Cielo más alto en el Cuarto Aposento se experimenta en forma diferente que en el Sexto Aposento.”
 
(Él sonríe.)  “Supongamos que estás escuchando una sinfonía.  La sinfonía es perfecta.  El músico la aprecia de una forma mucho más completa que una persona común.  Sin embargo ambos la aprecian al máximo de sus capacidades."
 
“Sucede lo mismo con la recompensa Celestial.  El alma que está conformada con la Voluntad de Dios (el Cuarto Aposento) está viviendo el Cielo más alto posible para ella.  El alma unida a la Voluntad de Dios (el Quinto Aposento), o incluso que está inmersa en el Corazón del Padre (el Sexto Aposento), experimenta aún más profundamente el Cielo más alto.”
 
Santo Tomás de Aquino, 24 de Febrero del 2006
“He venido para explicarte aún más la realidad del Cielo.  Cada persona que entra al Cielo está viviendo en la Divina Voluntad.  Algunos necesitan sufrir el Purgatorio para poder alcanzar esta meta.  Pero el Sexto Aposento –ah sí, el Sexto Aposento– está reservado para los más grandes santos.” 
 
“El Purgatorio no prepara a las almas para este Aposento, sino que termina justo antes de la inmersión en la Divina Voluntad.  Los santos que están en el Sexto Aposento se ganaron este codiciado lugar estando en la tierra.  Este Aposento es una joya tan preciada que ni siquiera todo el que es santo es admitido a su santuario.”
 
“Hay mártires y otros santos que están en el lugar más alto en el Quinto Aposento –porque hay ciertos niveles de prioridad dentro de cada Aposento–, todos según el mérito.  Aunque estos santos están muy cerca del Sexto Aposento, no se les permite la entrada.”
 
“No puedes entender esto a menos que comprendas que cada momento presente cuenta para tu recompensa eterna.  En la misericordia de Dios, que es una con Su amor, los pecados son perdonados cuando el corazón está contrito.  El castigo también se borra por medio de ciertas indulgencias plenarias.  Sin embargo, lo que determina la admisión al Sexto Aposento es la profundidad con la que el alma sumerge su corazón y se vuelve una sola cosa con la Divina Voluntad mientras está en la tierra.”
 
“En otras palabras, el corazón debe estar inmerso en la Divina Voluntad cuando está en la tierra.  Hay tan pocos que han logrado esto, y hay muy pocos en el mundo de hoy.”
 
Santo Tomás de Aquino, 2 de Abril del 2007
“He venido para ayudarte a comprender la diferencia entre el Quinto y el Sexto Aposento.  El Quinto Aposento es la Unión con la Divina Voluntad.  Cuando dos cosas están unidas, todavía se distinguen como entidades separadas; como los Dos Corazones en la Imagen de los Corazones Unidos.  Pero el Sexto Aposento es aún más.
 
"En el Sexto Aposento, la voluntad humana está inmersa en la Divina Voluntad para que estén, por así decir, mezcladas.  Ya no puede distinguirse una de la otra.  Como dijo San Pablo: ‘Ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí’.  Las dos voluntades —la Divina Voluntad y la libre voluntad— están mezcladas, una inmersa en la otra, para ser una sola.”  
 
Dios Padre, 7 de Abril del 2007
“Todo lo que se te ha dado hasta ahora –María, Protectora de la Fe, María Refugio del Amor Santo, el Amor Divino, en y a través de los Corazones Unidos, y finalmente, el Escudo de la Verdad de San Miguel– fue en preparación para esto.  Todas estas revelaciones se basan en y apoyan lo que Yo vengo buscando ahora.”
 
“El viaje a través de los Aposentos de los Corazones Unidos es un sendero hacia Mi Amor Paternal y Mi Divina Voluntad.  Yo no quiero que la humanidad considere este destino final como inalcanzable.  Ahora mismo, en este momento presente, cada alma tiene el camino y los medios para ser transportada al Sexto Aposento, la inmersión en la Divina Voluntad.  ¡Es cierto!”
 
“Mira que Yo los llamo con el corazón tierno y amoroso de un padre que desea compartir todo con sus hijos.  Vengan, entonces, no tarden.  Tengan el deseo de conocerme mejor, de amarme más, de complacerme en todo.  Estoy esperando.” 
 
Jesús, 5 de Mayo del 2007
“Vengo nuevamente el día de hoy para llamarlos de regreso a la verdad y a la realidad de su existencia en el tiempo, no para hacer de esta vida lo máximo, sino para hacer lo máximo de la próxima, ganando para ustedes mismos el Cielo más alto:  la inmersión en la Divina Voluntad de Mi Padre, el Sexto Aposento.  Esta es la realidad, la verdad en la que deben enfocarse.  Todo lo demás es pasajero..”
 
Dios Padre, 17 de Marzo del 2008
“El día de hoy vengo para hablarle al mundo sobre el Amor Unitivo.  Este es el amor compartido entre las almas que moran en el Quinto y Sexto Aposento de Nuestros Corazones Unidos y Yo.  El Amor Unitivo no existe por sí solo, sino existe siempre que se unen Mi Corazón y el corazón humano.  El Amor Unitivo es la forma de amor más grande y más pura que existe.  Es la fusión de nuestros dos corazones para formar un amor nuevo y perfecto que sólo se comparte entre nosotros en lo privado.”
 
“Lo único que nos puede separar es la libre voluntad, al igual que sólo la libre voluntad puede provocar que se dé una unión semejante.   Son pocos los que logran este amor sublime y difícil de conseguir.  Pero cada vez que María Inmaculada visita la tierra, Su propósito es atraer almas al Amor Unitivo.  Hazme el favor de dar a conocer estas palabras.”
 
La Llama desaparece.  Por unos instantes hay una nube de humo.  Luego aparece este diagrama:
 
                                    Amor Unitivo    (perfección)
                                              |
                                     Amor Divino    (perfecciona)
                                              |
                                     Amor Santo       (purifica)
 
Jesús, 24 de Marzo del 2008
“…vayan con docilidad a los Aposentos de Nuestros Corazones Unidos.  Yo deseo llevar a cada uno al Amor Unitivo.  Primero deben entrar al Corazón de Mi Madre y purificarse de sus pecados y faltas más grandes por medio de la Llama de Su Corazón.”
 
“A través de los siguientes Aposentos perfeccionadores, sus conciencias serán iluminadas en cuanto a los hábitos que deben cambiar para llegar cada vez más profundamente a la santidad personal.  Quienes perseveran en todo esto, entran al Amor Unitivo en el Cuarto, Quinto y Sexto Aposento.  No permitan que Satanás los desanime.”
 
Santo Tomás de Aquino, 15 de Julio del 2008
“He venido a ayudarte a ver que para que el alma logre avanzar en su viaje a través de los Aposentos, debe dejar a un lado la ansiedad y la falta de perdón.  Tan sólo estas dos cosas hacen que más almas salgan del Cuarto Aposento, en el que están tratando desesperadamente de aceptar y conformarse a la Divina Voluntad.”
 
“Si el alma alcanza la unión con la Divina Voluntad –el Quinto Aposento– es menos probable que ceda a la ansiedad y/o a la falta de perdón, pues ahora se está enamorando de la Voluntad del Padre, lo cual llega a su corazón como confianza.”
 
“En el Sexto Aposento, el cual es la inmersión en la Voluntad del Padre, el alma no cede a ningún mal fruto producido por la falta de confianza.”