Examen de conciencia
"Terminen cada día con un profundo examen de conciencia. Pidan la gracia de una introspección sincera en su propio corazón. Se les concederá." Jesús, 11 de Junio del 2001
Dado por Nuestra Señora
20 de Julio de 1998
- ¿Regresé amor por amor? (¿Correspondí al amor que Dios tiene por mí?)
- ¿Encontré falta en alguien, en pensamiento o palabra, cuando no es mi deber hacerlo?
- ¿Transgredí los derechos de los demás según alguno de los mandamientos?
- ¿He tratado de ser en mi vida diaria un ejemplo de Amor Santo y de Santa Humildad?
- ¿He permitido que el Amor Santo y la Humildad me lleven a profundizar más en las virtudes: sencillez, prudencia, paciencia, fortaleza y perseverancia?
- ¿Estoy viviendo el Mensaje sólo de los labios para afuera (para que los demás lo vean, de forma superficial), o tengo el mensaje en mi corazón, teniendo así una relación íntima con Jesús a través de María?
- ¿Usé al mundo, personas, lugares o cosas, para promover el Mensaje de Amor Santo?
- ¿He permitido que me manipule al factor tiempo, o uso el tiempo sabiamente para la gloria de Dios?
- ¿Si soy católico, conozco las leyes de la Iglesia, y las obedezco?
- ¿Soy fiel a mi estado de vida?
- ¿Si soy católico, hice buen uso de los sacramentos?
- ¿Acepté y abracé las cruces en mi vida como parte de la Voluntad de Dios para mí, o me rebelo contra la cruz, perdiendo así gracia para las almas?
- ¿Si recibo gracias especiales en alguna forma, las divulgué a otros sin necesidad, o me doy cuenta de que soy indigno, y le doy gracias a Dios por eso?
REFLEXIONES
Mensajes sobre la importancia de examinar la conciencia
“El amor es la virtud eterna. Es por eso que, a través del Amor Santo, te he enseñado a ti y a todos los que escuchan, cómo rezar, cómo vivir, cómo abrazar la santidad, cómo confiar, cómo rendirse y cómo lograr la salvación. Todo lo que te he dicho se ha dicho antes en otros sitios de aparición, por otros místicos y por el mismo Jesús. Sin embargo, era necesario que este pequeño camino del Amor Santo se revelara una vez más en estos tiempos y durante estos últimos días. He venido a prepararlos para el Regreso de Mi Hijo en triunfo y gloria. Deseo compartir este triunfo con ustedes, el cual solamente puedo lograr si se rinden al Amor Santo en el momento presente. Le he dado al mundo, a través tuyo, la devoción a los Corazones Unidos; una devoción característica del Reino Triunfante de Nuestros Corazones en la Nueva Jerusalén."
"Si alguna parte de tu corazón no ama, no estás lista. Por lo tanto, examina tu conciencia diariamente como Yo deseo. El Purgatorio tiene muchas, muchas almas que no rezaron, que guardaron rencores y que se permitieron muchas faltas ‘pequeñas’. Te invito a perfeccionarte a través del Mensaje de Amor Santo. Yo bendeciré tus esfuerzos." (La Santísima Virgen, 18 de Noviembre de 1998)
"La conversión de un corazón es como un alma pasando de la oscuridad a la luz. Justo como el sol pasa por detrás de una nube, el alma que se está convirtiendo recibe la luz para ver lo que existe entre ella y Dios. Si ella acepta este conocimiento con humildad, está dispuesta a hacer el esfuerzo para vencer estos pecados o fallas."
"El corazón orgulloso es el que no está abierto al conocimiento propio, sino que se cree a sí mismo lo suficientemente perfecto. Esto es orgullo espiritual. Alguien así envidia los dones espirituales de otros, lo cual es en sí mismo un pecado que superarse. La conversión de un corazón es para todos a cada instante. En realidad, nadie puede decir: ‘Estoy convertido. Estoy salvado’, pues puede caer en pecado grave en el momento siguiente."
"Terminen cada día con un profundo examen de conciencia. Pidan la gracia de una introspección sincera en su propio corazón. Se les concederá." (Jesús, 11 de Junio del 2001)
"… he venido para ayudarte a entender este principio muy básico. Esto es lo que determina el destino del alma; en verdad, su lugar para toda la eternidad. Lo que se tiene con más cariño y aprecio en el centro de cada corazón es el dios al que se adora. Ésta es la razón por la que cada alma debe examinar su propio corazón diariamente y momento a momento para determinar el objeto, u objetos, de sus afectos más grandes." (Santo Tomás de Aquino, 22 de Marzo del 2002)
“El alma que está satisfecha de sí misma es abominable para Mí. Almas como éstas no han abierto su corazón para autoexaminarse. El primer paso para la iluminación de conciencia es reconocer la necesidad de conversión. Las almas que están satisfechas de sí mismas están tan llenas de amor propio que no pueden encontrar en sus corazones ningún error.” (Jesús, 26 de Julio del 2005)
“Los invito a comprender, esta noche y siempre, que cualquier cosa que esté fuera del Amor Santo, en pensamiento, palabra o en obra, no es la Voluntad de Dios para ustedes. Deben examinar sus corazones ustedes mismos y descubrir lo que es superficial y lo que es amor verdadero.” (Jesús, 6 de Junio del 2005)
“Uno de los malos frutos del orgullo es la ceguera espiritual. La carencia de humildad, o las fallas en la humildad, mantienen ciega al alma de sus propias faltas en el Amor Santo, y de las formas en las que necesita mejorar. Un alma así, ciega de sus propias faltas, puede ver fácilmente los errores en los demás. Muchas almas, almas innumerables, sufren largos períodos en el Purgatorio por este tipo de orgullo.”
“Cada alma necesita examinar su propio corazón con humildad, pidiendo la verdad al Espíritu Santo. La revelación propia es una herramienta importante en el viaje espiritual. No estés pronta a condenar a los demás. No te halagues a ti misma por nada, ni por tu apariencia, ni por tus logros o posición en la comunidad. No, la presunción te aleja de la meta que Yo puse para ti cuando te formé en el vientre materno: la santidad personal. Con sinceridad, considera a los demás como más santos, más dignos que tú. No busques los reflectores. Si tú buscas no ser importante, Yo te haré importante ante Mis Ojos.”
“Trata de agradarme a Mí y no al mundo ni a ti misma. Entonces las escamas se caerán de tus ojos y no serás víctima de la ceguera espiritual.” (Jesús, 6 de Junio del 2007)
“… con sabiduría y con la gracia del conocimiento propio, examinen sus propios corazones. Vean qué tanto respetan a Dios y al prójimo, pues eso es la profundidad de su santidad personal. Cualquier cosa que sea contraria al Amor Santo en sus corazones es un obstáculo para la perfección.” (Jesús, 5 de Julio del 2010)
“… Mi llamado a estar en paz en sus propios corazones, con su prójimo y con el Corazón del Padre Eterno es el centro mismo de esta Misión. Si hay algún obstáculo para esta paz, tienen que examinar sus corazones para descubrir dónde pueden mejorar. No busquen defectos en los demás, pues esto no viene de Mí.” (Jesús, 16 de Julio del 2010)
“Deseo que las almas comprendan la importancia del examen diario de conciencia. Solamente reconociendo sus faltas y fallas en el Amor Santo es como el alma puede crecer en santidad.” (Santo Tomás de Aquino, 31 de Agosto del 2010)
“Estuve en el Purgatorio muchos años por el pecado de no examinar los errores en mi corazón y por no esforzarme en corregirlos. Hay miles, hasta millones, que todavía están confinadas ahí por la misma razón. A ellas, como a mí, se les dio la gracia de reconocer sus errores, pero no tomaron en serio el llamado a la conversión. Sus palabras y acciones hicieron que se extraviaran muchas almas.”
“Por favor, que la gente sepa que el examen de conciencia es muy importante.” (Raquel, antes una pobre alma, 27 de Octubre del 2010)
“… cada pensamiento, palabra y acción está supeditado al juicio de Dios, y es digno de Su misericordia. Las almas tienen que hacer algo más que reconocer sus fallas y sus faltas. Ellas deben, con su libre voluntad, ocuparse de superarlas. Esta falla en buscar la perfección ante los Ojos de Dios es lo que envía a un sinnúmero de almas a los confines del Purgatorio.”
“Jesús desea que se propague la siguiente oración:”
“Querido Jesús, concédeme la gracia del conocimiento propio para que al examinar con humildad mi propio corazón, descubra mis debilidades en el Amor Santo. Después, dame la gracia de la valentía para esforzarme en superar mis fallas a fin de que no tenga que purificarme de ellas en el Purgatorio. Amén.” (Raquel, antes una pobre alma, 27 de Octubre del 2010)
“He venido para animar a la gente por el sendero de la Santa Confianza. Cada noche, cuando hagas un examen de conciencia, revisa en tu corazón las formas en las que se puso de manifiesto Mi Mano de Provisión en cada situación de la vida.”
“De esta manera comenzarás a darte cuenta de que Yo nunca te abandono. Mi Provisión está tan distante de ti como lo está el próximo momento presente. Al rezar, comenzarás a reconocer esta realidad.” (Jesús, 3 de Marzo del 2011)
“Un resentimiento es una carga que no se les pide llevar. Un resentimiento es falta de perdón, y retiene al corazón en el pasado. Es una barrera inútil entre su corazón humano y Mi Sagrado Corazón. Es indicio de ira. Un resentimiento es sin duda obra de Satanás.”
“Algunas veces el alma no reconoce que tiene un resentimiento. Pero al final del día cuando ella examina su conciencia, como todas las almas deberían, si recuerda con perturbación haber pensado en alguien o en alguna situación, bien puede estar teniendo un resentimiento.”
“Yo no tengo resentimientos. La Divina Misericordia perdona a todo aquel que busca Mi perdón. Yo no recuerdo pecados pasados de los que el alma se arrepiente. No busco errores en las personas.”
“En Amor Santo, todos ustedes están siendo llamados a imitar Mi Misericordia. Pídanme la gracia de perdonar y olvidar. Yo ayudaré sus sinceros esfuerzos al respecto.” (Jesús, 27 de Junio del 2011)
“Cuando examinen su conciencia por la noche, no se enfoquen solamente en las formas en que fallaron al practicar la virtud; consideren también las formas en que sí practicaron la virtud. Esto les brinda esperanza a lo largo del sendero de su viaje espiritual; esperanza de que están mejorando, de que pueden ser perfeccionados con la ayuda de Dios.”
“También examinen las formas en que la vida virtuosa fue puesta a prueba. Conozcan los umbrales de ataque que Satanás utiliza. Estudien las formas en que estos ataques se pueden evitar.”
“Más que nada, tengan esperanza de que la santidad personal es alcanzable con la ayuda de Dios.” (Santa Teresa de Ávila, 21 de Agosto del 2011)
“Con mucha frecuencia quienes son farisaicos son los más difíciles de convertir. No están dispuestos a buscar algún error en sus propios corazones, pues están demasiado satisfechos. Éstos son los mismos que ven errores en todos los demás.”
“A menudo, el que es farisaico también es egoísta, guardando en su corazón planes ocultos. Puede que no le importe destruir reputaciones o violar las leyes para alcanzar sus metas egoístas.”
“En todo esto, reconozcan al amor propio desordenado como el culpable, pues así es como se forma la conciencia obtusa, la falsa conciencia.”
“Además, el fariseísmo es el arma preferida que Satanás utiliza contra las almas que están ascendiendo a la cima de la santidad personal. Ésta es un arma insidiosa que con mucha frecuencia pasa desapercibida por el alma que no examina su conciencia.”
“El alma que cree que no tiene errores ya ha sucumbido al engañoso ataque de Satanás. Por lo tanto, estén siempre en guardia. Examinen su conciencia con frecuencia a lo largo del día en lo concerniente a pensamiento, palabra y obra, confiando siempre, siempre, en Mi misericordia.” (Jesús, 10 de Octubre del 2011)
“He venido para ayudar más ampliamente a las almas en la santidad personal. Nadie puede progresar más profundamente en los Corazones Unidos sin ahondar en el Amor Santo y en la Santa Humildad. Ambos –la humildad y el amor– son la llave a los lugares más recónditos de los Corazones Unidos.”
“Por lo tanto, las almas tienen que rezar todos los días para que se fortalezcan estas virtudes y para que encuentren cualquier debilidad en ellas. Nuevamente señalo que el autoconocimiento ilumina el camino en el sendero de la santidad. No desperdicien el momento presente viendo los defectos del prójimo. Recen pidiendo Amor Santo y Santa Humildad para examinar su propio corazón.” (San Francisco de Asís, 22 de Octubre del 2011)
ORACIÓN AL PADRE ETERNO POR LA ARMONÍA CON LA DIVINA VOLUNTAD
Padre Eterno, Creador del universo, transforma en este momento presente mi corazón para que pueda latir en perfecta armonía con Tu Divina Voluntad. Perdóname por todos los momentos presentes que he desperdiciado y que no me he entregado a Tu Voluntad. Ayúdame siempre a cooperar con la gracia que Tú me envías en cada momento presente. Amén.
LOS DIEZ MANDAMIENTOS
I. Amarás a Dios sobre todas las cosas.
II. No tomarás el nombre de Dios en vano.
III. Santificarás las fiestas.
IV. Honrarás a tu padre y a tu madre.
V. No matarás.
VI. No cometerás actos impuros.
VII. No hurtarás.
VIII. No levantarás falso testimonio ni mentirás.
IX. No consentirás pensamientos ni deseos impuros.
X. No desearás los bienes ajenos.
PRECEPTOS (MANDAMIENTOS) DE LA IGLESIA CATÓLICA
I. Asistir a Misa todos los Domingos y Días de Guardar. Evitar las actividades que obstaculizan la renovación del alma y cuerpo, o su crecimiento en unión con el Señor.
II. Confesarse por lo menos una vez al año y recibir la Santa Comunión durante el tiempo de Pascua. El Tiempo de Pascua durante el cual reciben la Santa Comunión, es tradicionalmente entre el Primer Día de Cuaresma y el Domingo de la Festividad de la Santísima Trinidad.
III. Estudiar las enseñanzas de la Iglesia en preparación para el Sacramento de la Confirmación, y usar el conocimiento adquirido en el estudio para avanzar en la causa de Cristo y la Misión de la Iglesia de evangelizar este mundo y llevarles el conocimiento de Cristo.
IV. Observar (obedecer) los preceptos de la Iglesia, concerniente al matrimonio (incluyendo sus enseñanzas respecto al control natal, al aborto y otras situaciones maritales). Otorgar capacitación religiosa y un ejemplo de santidad a sus hijos y nietos. Valerse de los recursos otorgados por la parroquia para progresar en su educación religiosa.
V. Contribuir al soporte de la Iglesia. Fortalecer y apoyar a la Iglesia (su propia comunidad parroquial, sus sacerdotes, sus obispos y el Santo Padre).
VI. Ayunar y abstenerse en los días señalados, por ejemplo, hacer penitencia, incluyendo, pero no limitándose, a ayunar y abstenerse de comer carne en los días señalados.
VII. Unirse en el espíritu misionero y en los apostolados de la Iglesia