Imagen de María Refugio del Amor Santo
La imagen de María Refugio del Amor Santo fue dibujada por Maureen Sweeney-Kyle el 4 de Marzo de 1997 con la Santísima Virgen, quien en realidad tomó la mano de Maureen y la ayudó a dibujar esta Imagen para retratar tal como Ella se aparece a la vidente, y para conceder al mundo una nueva fuente de gracia.
PROMESAS DE LA IMAGEN
Nuestra Madre Santísima ha dicho:
+ “Queridos hijos, por favor sepan y comprendan que a través de esta imagen llegarán a ustedes muchas y particulares gracias.” 6 de Marzo de 1997
+ “… comprendan y crean, queridos hijos Míos, que la invocación ‘María Refugio del Amor Santo, ruega por nosotros’ es su protección y su defensa. Queridos hijos, confíen en la Imagen de Mi Corazón que les recuerda este Refugio seguro.” 7 de Mayo de 1998
+ “Es una fortaleza contra el mal y debe custodiar cada corazón y hogar. La Imagen en sí misma es sólo líneas sobre un papel, pero a través de la gracia, Dios la considera una protección –una fortaleza– en estos tiempos. Dios utiliza lo natural para extender milagros de gracia, tal como lo hace con el agua de la propiedad.” 28 de Abril de 1998
+ “ … Aquellos que lo hagan [que acepten esta Imagen en sus hogares] no tendrán nada que temer en estas tribulaciones que están próximas.” 9 de Abril de 1998
+ “ … es su fortaleza contra el mal, contra mucho de lo que sucederá en el mundo.” 11 de Abril de 1998
“Propaga entre la gente esta imagen (Refugio del Amor Santo). Lleva consigo muchas gracias especiales que el mundo necesita hoy en día.”
“Quienes veneren* esta imagen, ya sea en forma de retrato o tridimensional, serán atraídos a una santidad personal más profunda. Sus pensamientos, palabras y acciones se esclarecerán en el Amor Santo.”
“Por favor comprende que la palabra clave aquí es ‘venerar’. La imagen no es mágica. Las gracias se darán de acuerdo a lo que hay en el corazón.” Nuestra Madre Santísima, 19 de Enero del 2010
* María, que por la gracia de Dios, después de su Hijo, fue ensalzada por encima de todos los ángeles y los hombres, en cuanto que es la Santísima Madre de Dios, que intervino en los misterios de Cristo, con razón es honrada con especial culto por la Iglesia. Y, en efecto, desde los tiempos más antiguos la Santísima Virgen es venerada con el título de Madre de Dios, a cuyo amparo los fieles en todos sus peligros y necesidades acuden con sus súplicas. Este culto difiere esencialmente del culto de adoración, que se rinde al Verbo Encarnado, igual que al Padre y al Espíritu Santo, y contribuye poderosamente a este culto. Pues las diversas formas de la piedad hacia la Madre de Dios, hacen que, mientras se honra a la Madre, el Hijo, por razón del cual son todas las cosas (cf. Col 1,15-16) y en quien tuvo a bien el Padre que morase toda la plenitud (Col 1,19), sea mejor conocido, sea amado, sea glorificado y sean cumplidos sus mandamientos. (Véase el Concilio Vaticano II, Lumen Gentium [LG], no 66.