Meditaciones para los Misterios del Rosario - Dictadas por el ángel Esdras en diciembre del 2008

 (Enfocadas en la Divina Voluntad)

Misterios Gozosos
(Lunes y Sábados)
 
+ La Anunciación
El arcángel Gabriel vio en María una morada perfecta para la Encarnación del Amor Divino, por la completa y perfecta unión de Ella con la Eterna y Divina Voluntad del Padre.  San Gabriel reconoció a María como la elegida por Dios para ser la Madre de Dios.  Y por eso, el Arcángel se acercó a Ella.  María, que siempre actuó en y por medio del Amor Divino, aceptó la Voluntad de Dios para Ella.

+ La Visitación
Con el Divino Verbo implantado en lo profundo de Su vientre, María se pone en camino para visitar a Su prima Isabel en respuesta al mensaje del Arcángel.  A donde quiera que María va, cualquier cosa que dice, piensa o hace, Ella está en completa unión con la Divina Voluntad de Dios.  Ahora, incluso más, con la Divina Voluntad viva dentro de Su vientre, Ella nunca cuestiona a pesar de que encuentra muchas dificultades en el camino.

+ La Natividad
María da a luz al Verbo Encarnado –la Divina Voluntad de Dios– en el más humilde de los entornos: un establo.  Ella y José sufren rechazo al intentar encontrar una morada más adecuada.  Cuántas veces la Divina Voluntad es rechazada por la libre voluntad en el mundo de hoy.  El único adorno que busca la Divina Voluntad en el mundo es el corazón amoroso de cada persona.  Pero cuántas veces la puerta del corazón humano rechaza la Voluntad de Dios.

+ La Presentación
Fue la Divina Voluntad de Dios que Simeón y Ana, presentes en el templo aquel día, reconocieran al Niñito Jesús como el tan esperado Salvador.  Abiertos a la Voluntad Proveedora de Dios, ellos lo recibieron como tal, y Simeón profetizó mientras tenía en sus brazos al Verbo Eterno.

+ El Encuentro de Jesús en el Templo
La Voluntad de Dios a veces es una cruz, a veces es una victoria.  María y José sufrieron la cruz de perder a Jesús por tres días.  No se enojaron, más bien se rindieron a la cruz al aceptarla.  Ellos esperaron pacientemente a que se les mostrara la Voluntad de Dios en su totalidad.  La victoria llegó cuando encontraron a Jesús en el templo.

Misterios Dolorosos
(Martes y Viernes)
 
+ La Agonía en el Huerto
Incluso el Hijo de Dios se rindió completamente –perfectamente- a la Divina Voluntad de Su Padre.  En el Huerto de Getsemaní, Jesús rindió Su Voluntad a la Eterna y Divina Voluntad, no de mala gana, sino con Amor Divino.  Incluso se permitió pedirle al Padre que detuviera el terrible sufrimiento que le esperaba.  Pero al final, Jesús aceptó la Voluntad de Su Padre.  La Voluntad de Dios, aunque a veces puede parecer amarga, siempre tiene consuelo.  En el Huerto, después de que Jesús aceptó la Voluntad de Su Padre, un ángel vino a consolarlo.

+ La Flagelación
Una vez que Jesús aceptó la Voluntad de Su Padre en el Huerto, no miró atrás con pesar.  Él aceptó los golpes punzantes de la flagelación, sabiendo que muchas almas dependían de Su rendición a la Voluntad de Dios en nombre del Amor Divino.

+ La Coronación de Espinas
Una humillación como la que soportó Jesús mientras fue coronado de espinas sólo se puede soportar sin quejas por medio de la humildad profunda.  En este Misterio, la humildad y el amor están juntos de una manera más evidente, pues Jesús pudo haber detenido este suplicio en cualquier momento.  Su amor por la Voluntad de Su Padre no se lo permitió.

+ La Cruz a Cuestas
Jesús sabía que cada caída, cada dolor, era usado por Su Padre en el Cielo para el bien de las almas.  Bajo el peso de la Cruz, Jesús se convirtió en un instrumento de la Divina Voluntad de Su Padre.  Cada paso fue un paso al Amor Divino más profundo.

+ La Crucifixión
No fueron los clavos lo que sostuvo a Jesús en la Cruz, sino Su amor por la Voluntad de Su Padre en el momento presente.  Pudo haberse bajado de la Cruz en cualquier momento.  Pero Él mantuvo en Su Corazón un profundo amor por la Eterna y Divina Voluntad más allá de todo lo que se puede decir.


Misterios Luminosos
(Jueves)
 
+ El Bautismo de Jesús
Jesús se sometió con humildad a ser bautizado por Juan.  La misión de Juan era invitar a la gente al arrepentimiento para así preparar el camino para la llegada de Jesús.  Hoy en día la Voluntad de Dios es que toda la gente se arrepienta nuevamente y haga reparación por todo el mal en el mundo.  Dios ofrece al mundo, por medio de esta Misión, una alianza de Amor Divino, la cual abre el camino a la Divina Misericordia y prepara el camino para la segunda venida del Señor.

+ Las Bodas de Caná
A petición de Su Madre, Jesús realizó Su primer milagro cambiando el agua en vino.  Santa María está tan perfectamente unida a la Divina Voluntad de Dios, que Ella sabe qué pedir a Su Amado Hijo y cómo pedirlo.

+ La Proclamación del Reino
La Voluntad de Dios acompaña a estos Mensajes de Amor Santo y Divino a donde se lleven.  Estos Mensajes son la esencia del mensaje del Evangelio: amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a sí mismo.  Estos Mensajes son la Voluntad de Dios para toda la humanidad.

+ La Transfiguración
Dios, en Su Infinita Sabiduría, permitió el milagro de la Transfiguración para así afianzar la fe de los apóstoles ahí presentes para los tiempos difíciles que venían y para cuando su fe fuera muy probada.  Hoy en día, Dios le ha dado a este mundo escéptico a María Refugio del Amor Santo y Protectora de la Fe como un Refugio y Protección en tiempos profundamente malvados.

+ La Institución de la Eucaristía
Más que cualquier verdad, el mundo necesita aceptar la Verdad de Jesús vivo en la Santa Eucaristía.  Pues ahí está la Divina Voluntad de Dios, la cual es toda Verdad.

Misterios Gloriosos
(Miércoles y Domingos)
 
+ La Resurrección
La triunfante resurrección de entre los muertos del Señor fue la victoria evidente sobre el pecado y la muerte.  En ese momento Él abrió las Puertas del Cielo para toda la gente, para todas las naciones.  Él pudo haberse aparecido con la Gloria de Su Resurrección a todos los que se le opusieron en Su ministerio público.  Pero la Divina Voluntad del Padre fue que Él se manifestara a quienes lo amaron.  La Divina Voluntad siempre honra y está presente en los corazones de quienes aman a Jesús. 

+ La Ascensión
La Ascensión del Señor fue Su regreso glorioso al Cielo en victoria.  Esta victoria fue en y por la Divina Voluntad del Padre Eterno.  El Eterno Ahora abrazó a Su Hijo con un amor tan puro que ningún hombre jamás ha conocido ni conocerá.  El ciclo del Amor Divino se completó: el nacimiento humilde, los obstáculos en el mensaje del Evangelio, la Pasión y Muerte, la Resurrección y, finalmente, el regreso triunfante de Jesús al Cielo.  Cada momento fue la Divina Voluntad de Dios.

+ La Venida del Espíritu Santo
Repentinamente, la Iglesia primitiva se fortaleció a través de la Divina Voluntad por el poder del Espíritu Santo.  El temor se fue de los corazones de los apóstoles, y no tuvieron miedo de proclamar la buena nueva.  La Divina Voluntad está alcanzando ahora, por medio de estos Mensajes, a un mundo lleno de amor propio.  No obstante, muchos rechazan la mano extendida por pedir que otros lo aprueben primero.

+ La Asunción
La Voluntad del Padre Eterno le permitió a María, quien vivió el Amor Divino más completa y perfectamente, ser asunta al Cielo en cuerpo y alma.  Ella estaba ya tan íntimamente unida con la Voluntad del Padre, que el Amor Paternal no podía soportar más el estar separado de Ella en tiempo ni espacio.

+ La Coronación
En el Cielo, María sube al trono, es Su herencia legítima como Reina del Cielo y la tierra.  Su corona es la Eterna y Divina Voluntad del Padre Eterno; Su trono, la unión de Su Inmaculado Corazón con el Corazón del Todo Amor, el Corazón de Dios Padre.