Santuario internacional de la Madona Blanca - Madre de los No Nacidos

 

La iniciativa de la “Armata Bianca” (Armada Blanca) comenzó en la ciudad de L’Aquila, Italia, y se ha extendido a muchas partes del mundo a través de la inspiración del Papa Juan Pablo II.  Uno de los propósitos de este movimiento es poner fin al aborto en el mundo.  La Armada Blanca ha estado reuniendo los cuerpos de bebés abortados de hospitales y clínicas en todas partes del mundo para darles a estas víctimas inocentes cristiana sepultura en un cementerio donde se colocó una imagen de la Madona Blanca (María, Madre de los niños no nacidos).

El 17 de Septiembre del 2004, Jesús dijo:

Mis hermanos y hermanas, este rosario (está sosteniendo el Rosario de los No Nacidos) es como oro puro venido del Cielo y debe distribuirse en el mundo junto con la Madona Blanca."

 


Sólo Dios es el que da y quita la vida. Hoy en día, el excesivo egocentrismo y el engaño de Satanás han llevado al hombre a creer que tiene derecho a decidir quién vive y quién no. El aborto es un síntoma de la presencia de Satanás en el corazón del mundo. El mal engendra el mal. Satanás es el incitador y partidario de este holocausto silencioso del aborto. Sus mentiras han conducido al mundo a creer que el aborto es libertad, cuando ES, en realidad, una esclavitud al pecado.

Cuando guardas silencio ante este pecado, estás cooperando con los planes de Satanás. Tú pecas cuando no haces nada para detener la atrocidad del aborto. Si no alzas la voz, especialmente ante el Trono de Jesús rezando contra el aborto, este pecado continuará y el enemigo seguirá ganando corazones. Pero si rezas contra el aborto, estás levantando la voz en favor de Jesús.

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Así es que debemos estar conscientes de que la oración y el sacrificio son las únicas armas que tenemos para abolir la ley del hombre: la matanza de los bebés en el vientre materno. Cada oración que se reza contra el aborto derrota a Satanás en la vida de alguien y de alguna forma. Cada oración que rezas repara el Corazón de Jesús que está tan afligido por este pecado. La oración es nuestra esperanza y la salida a las trampas de Satanás.